El Bisfenol A (BPA o 4,4 isopropilidendifenol) es un producto químico que se ha utilizado durante muchos años para la fabricación de determinados materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos, principalmente como componente para la fabricación de policarbonato y resinas epoxi-fenólicas.
El 19 de diciembre de 2024 se publica el Reglamento (UE) 2024/3190 que entra en vigor el 20 de enero de 2025. Este reglamento es el encargado de la prohibición del uso de Bisfenol A en Europa, modificando el Reglamento (UE) 10/2011 y derogando el Reglamento (UE) 2018/213.
El nuevo reglamento establece la prohibición de bisfenol A y sus sales a la fabricación de adhesivos, caucho, resinas de intercambio iónico, plásticos, tintas de impresión, siliconas, barnices y revestimientos, con la finalidad de reducir la exposición alimentaria al BPA y proteger a todos los grupos de población.
El uso de esta sustancia en envases y sus componentes se ha restringido paulatinamente y dado que en algunos estados miembro (por ejemplo, Francia) ya se prohibió su uso, actualmente existen alternativas.
No obstante, las partes de policarbonato y otros plásticos de equipos de procesamiento de alimentos también están en el alcance de la prohibición y es necesario un plan de sustitución según los plazos de transición que se exponen a continuación.
Existen una serie de aplicaciones para las que no existen alternativas viables a escala industrial, son las siguientes:
Se utilizan para eliminar patógenos y contaminantes en la industria alimentaria. En este caso, el bisfenol A debe reducirse al máximo mediante buenas prácticas de fabricación considerando que la migración al alimento es insignificante debido al corto tiempo de contacto.
Estos recubrimientos actúan como protección del metal evitando la corrosión y alteraciones en el sabor o la contaminación de los alimentos. Aplicando las buenas prácticas de fabricación y realizando un lavado previo al primer uso, se puede eliminar el bisfenol A residual. Además, el riesgo de migración es mínimo debido a que la relación de superficie / volumen es baja.
El BPA se usa como monómero para fabricar resinas epoxi, que forman la base de los barnices y revestimientos aplicados en las superficies internas y externas de envases metálicos y tapas de tarros de vidrio. Esta excepción se aplica principalmente a las latas y tarros de cristal destinados a frutas, hortalizas y productos de pesca.
El ambiente ácido que generan este tipo de productos dificulta encontrar alternativas al BPA ya que requiere muchas pruebas y validaciones para que estas alternativas sean seguras y mantengan la calidad del producto, sin deteriorar el contenido ni comprometer la seguridad alimentaria.
Aquellas compañías que se acojan a las excepciones deberán declararlo oficialmente, justificar la inviabilidad técnica de sustituir el BPA al solicitar la excepción y, además, facilitar periódicamente información sobre el estado de las alternativas, actualizada aproximadamente cada cuatro-cinco años (excepto las pymes), cumpliendo con las demás obligaciones establecidas.
A partir de la entrada en vigor del Reglamento (UE) 2024/3190 establece la prohibición del uso de bisfenol A, excepto aquellas excepciones justificadas por inviabilidad productiva. No obstante, estas excepciones son temporales ya que el objetivo final es la prohibición final del uso de Bisfenol A.
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