CÓMO DEMOSTRAR LA RECICLABILIDAD DE LOS ENVASES DE PAPEL Y CARTÓN

20.11.2023
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INTRODUCCIÓN

Como vimos en la publicación “Real Decreto de envases y sus residuos: novedades y alineación con el futuro reglamento europeo”, el borrador del Futuro Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envase, publicado por la Comisión Europea a finales del año pasado, tiene como objetivo que, en 2030, todos los envases en la Unión Europea tienen que orientarse hacia la reciclabilidad, orientándose así hacia la economía circular.

Por este motivo, una de las mayores preocupaciones de la industria es demostrar la reciclabilidad de sus envases y así poder cumplir con la normativa. En esta publicación hablaremos de cómo demostrar la reciclabilidad de nuestros envases, concretamente los de papel y cartón.

NORMA UNE 13430

La norma UNE 13430 es la normativa europea que hay que seguir para cumplir con los requisitos en materia de recuperación de envases a través de reciclado de materiales, determinando la composición de todos los tipos de envase para asegurar así su reutilizabilidad y/o reciclabilidad.

RECICLAJE DE PAPEL Y CARTÓN

A priori, el papel y el cartón son materiales 100% reciclables. Los residuos de papel y cartón, una vez han cumplido su uso se clasifican por tipos, se acondicionan, enfardan y se envían a una fábrica papelera para que sean tratados. En estas fábricas se mezclan los residuos con agua en el púlper y se agita, formando una pasta de papel. Seguidamente se separan las grapas y plásticos de la fibra del papel y se elimina la tinta mediante agentes tensioactivos. Finalmente, se secan las fibras, se aplanan y compactan obteniendo láminas de papel reciclado.

Cada vez que se recicla el papel o cartón se van perdiendo parte de las fibras de estos, por lo que se van añadiendo pequeñas porciones de fibras vírgenes durante el proceso.

El problema viene cuando se le añaden otros materiales a los papeles y cartones con el objetivo de mejorar sus propiedades. Los materiales que se añaden pueden ser aditivos, recubrimientos barrera, adhesivos, tintas, barnices… Es en estos casos cuando debemos vigilar si nuestros productos cumplen con la UNE 13430 y debemos también determinar la reciclabilidad de estos productos.

EVALUACIÓN DE LA RECICLABILIDAD

CEPI es la asociación europea que representa a la industria papelera. Esta asociación diseñó un método a escala de laboratorio para evaluar la reciclabilidad de materiales de base de papel y cartón, en colaboración con distintas organizaciones, desarrollando pautas de diseño y protocolos de evaluación con objetivo de la Agenda 2030.

El método diseñado emula las fases relevantes de las fábricas de reciclaje de papel y cartón, analizando parámetros del proceso para verificar la reciclabilidad. Estos parámetros son:

  • Facilidad con la que se pueden separar las fibras utilizando procesos y equipos estándar.
  • Potencial para formar láminas a partir de las fibras recuperadas.
  • Apariencia visual.
  • Nivel de rechazos gruesos y finos.
  • Nivel de fragmentación de los materiales disruptivos (adhesivos, metales y películas plásticas).
  • Nivel de sólidos coloidales, en las muestras analizadas, por debajo de 10 micras resultantes de componentes que no sean papel.

Por otra parte, este método, una vez analizados los parámetros, no permite determinar la reciclabilidad del envase seleccionado por sí solo. Por ello, 4evergreen, una alianza intersectorial centrada en perfeccionar la circularidad de los envases de fibra, publicó un “protocolo para la evaluación de la reciclabilidad de los envases de fibra” en función de los parámetros obtenidos en el método de laboratorio de CEPI. En este protocolo se calcula una puntuación de entre -100 y +100  puntos y, en cuanto mayor sea la puntuación, el producto tiene un porcentaje de reciclabilidad más elevado. Este método de evaluación sigue en desarrollo y, de momento, solo tienen en cuenta los parámetros de nivel rechazos gruesos y finos, apariencia visual y adhesividad (se esperan actualizaciones durante el presente año).

La metodología de evaluación consta de 2 pasos: el primer paso consiste en las pruebas de laboratorio del método CEPI y el segundo paso consiste en considerar los resultados del paso 1 en un cuadro de mando del protocolo de evaluación, calculando así la reciclabilidad. Para calcular la puntuación final se considera la suma de 3 componentes: rendimiento, impurezas visuales y adhesión de la hoja.

Entonces se calcula el % de rechazo total (TR), donde CR es la tasa de rechazo grueso (%), FR es la tasa de rechazo fino (%) y α que es el factor de corrección (= 0,9):

Seguidamente, se calcula el rendimiento como porcentaje de masa de material que puede ser reutilizado (Y), obteniendo una puntuación del rendimiento entre 100 y -100:

Respecto a las impurezas visuales se clasifican 4 niveles según del rango de impurezas observadas en la pulpa, donde el nivel 4 corresponde a problemas de impurezas significativos y el nivel 1 no presenta problemas. Dependiendo del nivel se restarán puntos a la puntuación obtenida en el rendimiento: en el nivel 1 no se restan puntos, en el 2 se restan 5, en el 3 se restan 15 y en el 4 se restan 30 puntos.

En la prueba de adherencia de la hoja se asignan 3 niveles de adherencia, siendo el nivel 3 el que tiene una mayor adherencia, la cual provoca problemas graves de recuperación del material. De esta manera, si la adherencia es de nivel 3 se considerará directamente el envase como no reciclable y se descartará de la prueba.

Así finalmente se obtiene una puntuación de entre 100 y -100 que, como ya se ha comentado, determinará la reciclabilidad del envase.

ECOMODULACIÓN DE ECOEMBES

El nuevo Real Decreto de Envases y Residuos de Envase establece unas directrices con el objetivo de fomentar el ecodiseño de envases para la modulación de la contribución financiera que realizan las empresas a los SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad del Productor). Esto se conoce como ecomodulación, la cual incorpora una serie de atributos que facilitan el proceso de selección y reciclado de envases y volver a introducir el material de nuevo en el mercado.

Todo esto se añade a la tarifa que Ecoembes ya venía aplicando en función del material del envase, peso y unidades puestas en el mercado, implicando una serie de bonificaciones y penalizaciones a partir de enero de 2024.

Atributos para la fracción de papel cartón

Con todo esto, se han establecido unos atributos técnicos, que, en el caso del papel cartón, consisten en la multimaterialidad de los envases, es decir, si se trata de un envase mono- o multimaterial y teniendo en cuenta la separabilidad de las fases de este envase.

En el caso del papel cartón, no existen bonificaciones en ninguno de los casos, solamente existirán casos neutros o penalizables. Si el envase es monomaterial o está compuesto por papel-cartón ≥ 85% se aplicará la tarifa base a pagar (no habrá ni bonificaciones ni sanciones). Al contrario, si se trata de un envase compuesto con papel-cartón <85%, se aplicará una tarifa penalizada en la cual se le suma un 10% del precio a la tarifa base; con excepción de los envases compuestos separables a mano por el consumidor que incluyan leyendas o equivalentes que promuevan la separación o retirada del multimaterial.

Conceptos como reciclabilidad y ecomodulación están a la orden del día y es crucial conocer las implicaciones que esto conlleva. ¿Quieres demostrar la reciclabilidad de tus envases de papel y cartón? ¿O bien tu compañía quiere saber cómo afectará la ecomodulación? ¡Contáctanos!

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